El síndrome de Down se caracteriza porque la persona sufre retraso mental, sus rasgos faciales son muy conocidos y su corazón, su tiroides y su duodeno pueden sufrir ciertas anomalías. Un niño con síndrome de Down probablemente recibirá atención de un equipo de profesionales de la salud. Esto incluye médicos, psicopedagogos, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales. 

Sin embargo, hoy en día, gracias a los grandes avances del conocimiento humano, se pueden realizar varios tratamientos complementarios que ayudarán no solo a la persona que vive con síndrome de Down sino también a la familia a tener una mejor calidad de vidacolaborando para evitar trastornos y problemas que antes eran muy característicos en este tipo de enfermedades 

Según estudios que se han realizado en diversos pacientes con síndrome de Down, se ha llegado a la conclusión que un gran porcentaje de ellos durante la primera infancia sufren de vómitos recurrentes, retraso en el desarrollo, infecciones del tracto respiratorio superior, enuresis nocturna a la que se le suma el estreñimiento, alteraciones en los patrones de sueño, hiperactividad y también autismo y dolencias emocionales. 

Sin embargo, este tipo de trastornos son tratados con algunos remedios homeopáticos y flores de Bach con muy buenos resultados pues desde el inconsciente se acercan a las necesidades del alma de cada persona y los conecta de forma armoniosa a su entorno.. Cabe destacar que esta terapia complementaria se caracteriza por ser particular para cada paciente ya que, dependiendo de los síntomas que presenta, se le suministrarán los remedios pertinentes.  

El arte como terapia puede introducir a los niños con síndrome de Down en el mundo de música, colores y canciones. Este tipo de terapia alternativa tiene la capacidad de mejorar notablemente las habilidades motoras finas, ayudarlos a aprender los números, ejercitar la memoria con el aprendizaje de canciones nuevas y además aprender las notas musicales. Está comprobado que los niños con síndrome de Down que se someten a la musicoterapia, con el paso del tiempo se ven más despiertos y comunicativos.  

Otra de las terapias utilizada para ayudar a estos pacientes es la aromaterapia pues regula los estados de ánimo y hace que sus efectos sean más rápidos y duraderos porque llegan a la raíz emocional. 

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