Decálogo para que no son los hijos
Un hijo siempre es un proyecto, un proyecto que se siente y que tiene este sentido. sin embargo el sentido nunca puedes ser una propiedad.
Los padres no somos amigos de nuestros hijos sin embargo siempre debemos tener una relación amigable.No somos sus criados, aunque a veces lo pueda parecer puesto que debemos estar prestos a satisfacer sus necesidades.
Somos sus padres, y debemos asumir el papel que esto implica. ¿Realmente estamos ejerciendo de padres o a veces nos comportamos como colegas de nuestros hijos?
Somos los responsables de construir un ser humano para la vida.
Decálogo para que no son los hijos
Los hijos no son solo para saciar un capricho, un deseo, una ilusión o una posesión.
Los hijos no son para salvar relaciones ya destruidas, no son para sentirnos cómodos, ubicados en un status social, familiar, religioso.
Los hijos no son para tenerlos entretenidos en un televisor para poder hacer tus deberes o descansar.
Los hijos no son para para practicar el deporte que te guste a tio para que estudien aquello que tu no pudiste.
Los hijos no son para tenerlos sentados y que no se ensucien; como si fuesen hijos de adorno.
Los hijos no son para encargarlos cuando ya están cansado delo que haces como si fuese el último artículo que te compras.
Los hijos no son para que los compares con los hijos de tus hermanos, tus amigos o vecinos. Ni tan siquiera contigo cuando tenías su edad.
Los hijos no son para usarlos como trofeo de guerra en medio de un divorcio; para hacerlos decidir con quién vivir.
Los hijos no son para lucirte en la calle y mostrar tu buena educación “recriminando su comportamiento frente a la gente”.
Tengamos un hijo por decisión y por convicción, por deseo. Y recordar a cada momento que un hijo no nació para cumplir tus expectativas.
Así como tú no naciste para la cumplir las expectativas de tus padres.
Los hijos no son de ti, viene a través de ti, pero un hijo es de la vida. Sobre todo, la que le enseñes a construirse por ti mismo.