Acuerdos de asertividad

Acuerdos de asertividad

COMO APLICAR LOS CUATRO ACUERDOS

Ser asertivos significa expresar pensamientos y sentimientos de forma honesta, directa y correcta. Implica respetar los pensamientos y creencias de otras personas, a la vez que se defienden los propios. Expresar adecuadamente los sentimientos y deseos requiere de una importante habilidad personal e interpersonal.

Expresar adecuadamente sentimientos y deseos requiere de una importante habilidad personal e interpersonal. En nuestras interacciones con otras personas, ya sea en casa, en el trabajo, con clientes o colegas, la asertividad puede ayudarnos a expresarnos de forma clara, abierta y razonable, sin menoscabar por ello a los demás.

Sin embargo, muchas veces ser asertivo o no es una elección que se basa en las creencias y  dogmas que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida donde dejamos de ser consientes tanto de nuestras emociones negativas como de las emociones positivas desbordadas

Dejar el ego y comenzar a ser cada vez más nosotros mismos nos puede conducir a un camino más sensato, libre y dictado por el corazón. No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento.

Una propuesta sencilla la ofrece la Lic. Carolina Serrano a partir de aplicar lo 4 acuerdos.

Por. Carolina Serrano

COMO APLICAR LOS CUATRO ACUERDOS

  1. Honra tus palabras: Ser coherente con lo que piensas y con lo que dices. Ser auténtico, te hace responsable ante los demás y ante ti mismo.

Es importante sentirte honrado en todo momento con tus propias palabras. Muchas veces a causa de enojo, fastidio, cansancio, intolerancia, etc. Cometemos errores que pueden dañar o lastimar una relación, como dicen por ahí. Las palabras no se las lleva el viento. Las palabras construyen o destruyen siempre a alguien.  No tengas que lamentarte y piensa dos veces antes de hablar.

  1. No supongas: No dar nada por supuesto, si tienes dudas es mejor aclararlas. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y no tienen fundamento.

Dicen por ahí… Que el ser humano sufre más por lo que piensa, imagina e inventa en su pensamiento que por lo que realmente sucede y efectivamente al inventar y creer historias asumimos hechos ficticios que pueden provocar malestar en una relación y sobre todo en nuestra propia persona. Así que, adiós a las suposiciones y mejor pregunta. Más vale una verdad que duela y no una mentira que hiera.

  1. Haz siempre lo mejor: Si siempre haces lo mejor que puedes nunca te recriminaras ni te arrepentirás de nada.

Muchas veces nos hemos quedado con las ganas de hacer algo y el tiempo pasa y no regresan las oportunidades. El dar lo mejor de ti implica poner parte de tu esencia en cada paso que das y que mejor que sea con toda la buena intención de hacer un bien. Es importante dejar prejuicios al hacer las cosas de la mejor manera. Recuerda que hay muchas perspectivas, pero ante todo el bien siempre gana.

  1. No tomes nada personal: en la medida que alguien te quiere lastimar ese alguien se lastima a sí mismo y el problema es de él, no tuyo. 

Cuantas veces te has adjudicado lo que muchos le llaman «si te queda el saco póntelo.» A veces el tomarse las cosas personales puede causar enojo, tristeza, desamor, coraje y hasta odio y resentimiento entre la gente. Tenemos que tener cuidado al hablar, pero también al escuchar. Poner atención a todo lo escuchado y simplemente quedarte con lo que te corresponde es una buena técnica de convivencia.

Te invitamos a leer este maravilloso libro del Dr. Miguel Ruiz.

 

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