El duelo, las marcas en el cuerpo.

Para el ser de Mi Ser querido

Porque alguien a quien mucho quiere trascendió

Dedico este trabajo

 

Es cierto que cada duelo, deja las marcas en el cuerpo. Cada persona es un mundo, desde esta perspectiva el mundo no es uno solo, sino que cada uno tiene su propio mundo. Es decir, cada cual construye el mundo a través de su forma de verlo. En este construir también construimos el cuerpo y lo pusimos como parte fundamental de nuestra existencia.

Pero ¿Es esto verdad?

Hoy en día la neurología ha avanzado de modo formidable y es capaz de explicar los procesos de razonamiento, emoción o memoria como resultado de la actividad de las neuronas. Y en todo esto olvidamos que toda la experiencia sucede en el cuerpo y hace que este se modifique. Incluso no somos conscientes de que cuando aun no existimos en este planeta somos pensados, sentidos, soñados y ubicados en una cultura especifica.

Solo así vuelvo a formular la pregunta: ¿Es el cuerpo primero? O lo primario es la interrelación entre todos los factores que nos conforman (cuerpo físico, mental, emocional, bioenergético, relación histórico, cultural y familiar) y todo ello se manifiesta en ese archiconocido cuerpo.

Una de las formas de darnos cuenta de ello es cuando experimentamos un duelo.

El duelo

A la gente le cuesta aceptar la muerte, incluso el cambio como una forma simbólica de morir. Les cuesta tanto la propia muerte como la de sus seres queridos y por eso mucha gente cree como por arte de magia a ellos no les llegará a suceder.

La raíz de esa negación radica en la cultura occidental y su desarrollo en el campo médico, quienes ha fomentado tanto el miedo a morir que muchos no se permiten hablar de ello porque “es de mal augurio”.

No olvidemos que La muerte para la ciencia y la cultura occidental y judeocristiana fue considerada como muerte física del cuerpo, ya que el alma y el espíritu humano formaban parte del terreno de la religión y de la filosofía.

Existen un sin números repercusiones en la vida de las personas y de sus descendientes productos de estas creencias pues los duelos no resueltos se coinvierten en pesada carga que se lleva toda la vida.

Pensamos que el duelo es solo la respuesta emocional de una persona ante la experiencia de una pérdida. Sin embargo, la experiencia de la pérdida de un ser amado tan traumática como herirse o quemarse gravemente. Por ello el duelo representa una desviación del estado de salud y bienestar.

Entonces es necesario también curarse en la esfera de lo fisiológico para devolver al cuerpo su equilibrio. del mismo modo que los términos sano y enfermo se aplican para la curación fisiológica, también se pueden aplicar para proceso de sanar del duelo a través de lo que conocemos como luto que es el proceso de adaptarse a la vida después de una pérdida.

Existen muchos tipos de duelo.

  • Duelos anticipados: estos ocurren en las enfermedades en todas sus fases. Y se dan tanto en las familias como a las personas que se encuentran en su última fase de la vida.
  • Duelo por suicidio.
  • Duelo por separación o divorcio.
  • Duelos sociales: procesos migratorios grupales, catástrofes, pandemias…
  • Duelos por migración.
  • Duelos materiales: son pérdidas del hogar, robos, estatus social…
  • Duelos gestacionales.
  • Duelos repentinos: Los accidentes.
  • Duelos mediáticos: las desapariciones y catástrofes…
  • Duelos evolutivos: estados como menopausia, jubilación, síndrome del nido vacío… cambios de etapas vitales.
  • Duelos afectivos: son todos aquellos duelos que implican la pérdida de un ser querido o la despedida (sin fallecimiento) de familiares o amigos sea de forma natural o accidental.

En SerSolaci todos los días recibimos personas que viene por problemas de salud y en realidad son duelos no acabados. De hecho, muchos de nuestros pacientes llegan a nosotros con síntomas físicos como cansancio, opresión en el pecho o problemas de colitis.

En realidad, son personas que han sufrido la pérdida de alguien cercano. “es como si la muerte enfermara” pues se trata de una experiencia que “rompe” algo en nuestro interior

A través de la Integración Bio-Emocional Sistémica (I. Bio-E. System) lo primero que hacemos para ayudar es buscar signos que puedan orientarnos para saber si el estado físico y emocional es debido a un duelo sin reparar.

 Entre los signos más comunes encontramos:

  • Haber vivido una situación de pérdida o despedida.
  • Tener síntomas de ansiedad: angustia, problemas de sueño, problemas de alimentación, pensamientos recurrentes de la persona o situación perdida, repetición continua (sin descanso) del momento de la despedida o noticia de la pérdida.
  • Cambio de comportamiento inusual tras la pérdida: aislamiento, irritabilidad, nerviosismo, agresividad, trabajo compulsivo, consumo de estupefacientes o alcohol, desconexión emocional…
  • Depresión y tristeza continua.
  • Sobreprotección, control y miedo recurrente.
  • Sentimiento de culpa.
  • No haber podido despedirse.
  • Que todos los síntomas anteriores perduren en el tiempo sin disminuir su intensidad o disminuyendo muy poco tras los primeros 6 meses desde que ocurrió la pérdida.

En nuestra intervención las personas que se hallan en un proceso de duelo por pérdida de un familiar o por separación de pareja, pérdida de un trabajo o fracaso en un proyecto vital y se sientan desorientadas, confusas y desmotivadas, Les Integración Bio-Emocional sistémica les aportará energía y fuerza para sostener sus emociones y tomar las riendas de su vida.

Es un proceso donde la persona logra mayor disposición y energía para establecer un nuevo modo de vida y nuevas relaciones, donde lograra sentir mayores sensaciones de placer. A le vez que comenzará a establecer un proceso de búsqueda de nuevos objetivos en su vida.

Ofreciendo así a aquellas personas que, sin tener una demanda específica, sientan una inquietud por ampliar su conciencia corporal, conocerse mejor e iniciar un proceso de crecimiento personal profundo y transformador.

En este proceso de acompañamiento en SerSolaci aconsejamos.

Recomendaciones ante un duelo

  • Desahógate con alguien que te cuide bien.

Se selectivo. Escoge a una persona que facilite tu espacio de desahogo, que sepa escucharte. Preferiblemente un terapeuta

Alguien con quien te sientas protegido para desahogarse y compártele tu dolor, cómo ha sucedido todo y lo que implica esa pérdida para ti. Tómate tu tiempo, pero no tardes en expresarte para poder procesar tu duelo.

  • Despídete

Aunque hayas podido despedirte en vida, y especialmente si no has podido hacerlo, despídete de tu ser querido. Es despedirse en el duelo. Escríbele una carta y dedícale unas palabras en tu intimidad o públicamente. Habla con él/ ella una vez más. Dile a él o ella lo mucho que le quieres y lo seguirás haciendo.

  • Haz algo bonito con sus cosas

Dejar sus cosas como si fuera a volver en cualquier momento es algo que no te permite avanzar en tu proceso de liberación. Por tanto, organiza sus cosas con cariño y decide qué hacer con ellas.

Queras guardar recuerdos especiales es normal, pero puedes donar alguna de sus ropas, dar algo a sus mejores amigos, buscar un fin positivo y bonito a sus pertenencias. También una forma de homenajearle

  • Recuérdale con amor

Date cuenta de que no dejarle ir solo te hace daño a ti en cambio puedes disfrutar de la parte de él o ella que vive en ti. Algunas formas habituales de recordar con cariño son llevar flores al cementerio o algún lugar especial.

Haz aquello con lo que te sientas mejor: poner una foto en algún lugar importante para ti, una vela en una fecha especial, plantar un árbol o planta en su honor.

Todos estos ejercicios son sanadores. Tómate tu tiempo para ellos, pero ten en cuenta, no esperes sentirte bien rápidamente, es un proceso que hay que vivir. 



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